Los hermanos José Manuel y Francisco Ostolaza
El apellido Ostolaza es originario de Aia (Gipuzkoa) donde radica el caserío Ostolaza (desde 1997 el citado caserío está calificado como zona de presunción arqueológica, BOPV nº 208/1997).
El matrimonio formado por el marquinés Ascensio Ostolaza Larrea y Segunda Zabala Avellaneda, residían en las Encartaciones de Bizkaia y huyendo de la guerra carlista marcharon a Valladolid donde nació su hijo José Manuel (15.12.1875). Ascencio tenía vocación artística y cultivó la pintura. Mejorada la situación bélica el matrimonio Ostolaza y Zabala regresó a Deba, donde Jose Manuel pasó la infancia y recibió las primeras enseñanzas. Doce años más tarde (29.01.1888) nace en Bilbao su hermano Francisco.
Los hermanos José Manuel y Francisco eran nietos del famoso debarra Martín Feliz Ostolaza, empresario taurino y autor del zortziko fúnebre que se interpreta en la lidia del tercer toro de la corrida del día de San Roke en Deba (Gipuzkoa), en honor al banderillero José Ventura Laca Mancisidor, fallecido trágicamente en el ruedo de Azpeitia el 2 de agosto de 1841. Martín Feliz, que falleció en 1859, era propietario de un caserío en el centro del casco urbano de Deba, calle Carnicería, donde mas tarde Jose Manuel Ostolaza construiría el actual edificio EBEFO.
A los 10 años de edad José Manuel fue internado en el Colegio de Orduña donde se inició en el Bachillerato para luego continuar sus estudios en Bilbao. Por el carácter inquieto y dinámico José Manuel no se adaptaba a la vida reposada de los estudios de la época y por lo tanto se dedicó primero a la actividad comercial por cuenta ajena durante 5 años y más tarde a la marina mercante, realizando sus primeros viajes de prácticas en buques transportando mineral de hierro desde Bilbao a Londres y a otros puertos ingleses.
José Manuel fue llamado para servir en la Marina participando como soldado en la guerra de Cuba, iniciada en 1895, transportando tropas a Cuba y evacuando heridos en la Compañía Trasatlántica Española. Sufrió las calamidades del conflicto bélico, que finalizó el 10 de diciembre de 1898 y su salud se vio afectada, con pérdida de parte de la visión de un ojo, permaneciendo en La Habana durante un corto período de tiempo y después marchó a la vecina ciudad de Matanzas donde residía un pariente suyo, Valentín Ygnacio de Ozámiz Ostolaza (primo 2º, casado con Modesta Ostolaza Larrea, que era Registrador de la Propiedad), para trabajar en un almacén de materiales. Viendo que la situación era tan difícil en la zona, en 1900 José Manuel marchó a Mexico con una carta de recomendación y el escaso capital de 10 pesos. Llegó hasta la ciudad de Tehuacan, en el Estado de Puebla, donde trabajó en casa de Leonardo Aldama.
Tras dos años de trabajo en Tehuacan, tuvo tiempo suficiente para adaptarse a las costumbre mexicanas y se independizó comercialmente; empezó a comprar a los indios lo que en el gremio se llamaba “cuerpos de sombrero” (una especie de recipiente invertido hecho de paja) y venderlos, sobre todo a los agricultores estadounidenses y también comerciaba con artículos de cuero. A principios del siglo XX el negocio ya tenía cierta entidad, uniéndose en 1901 a otros dos socios, para adquirir sombreros de palma y jarcia principalmente, también compraba café verde para su tostado y molienda, ocupándose de la dirección del negocio y de la parte administrativa. Tas una serie larga de penurias con difíciles momentos por falta de recursos económicos, pudo remontar y, en 1906, fundó con Esteban Meaza Zaballa la sociedad Zaballa y Cía, con un capital inicial de 33.000 pesos, regresando al País Vasco en ese mismo año. José Manuel regresa nuevamente a Mexico en 1907 con su hermano Francisco, que tenía 19 años de edad, para incorporarlo a sus negocios.
Con su hermano Francisco, que dominaba el idioma inglés, pudieron cumplir el sueño de José Manuel, establecerse en Estados Unidos, de la mano de un socio de Dallas apellidado Caradine, abriendo allí la primera oficina propia en Estados Unidos para poco después trasladarse y fundar en 1910 en Saint-Louis (Missouri-USA) la compañía “Mexican American Hat Company”, con tres empleados, dedicada a la fabricación de sombreros siendo la mas importante de EE.UU, especializada en sombreros de paja y que desde 1920 a 1966 pasó a dirigir su hermano Francisco Ostolaza.
Francisco tomó la nacionalidad estadounidense adaptándose perfectamente a la vida americana, para poco a poco tomar la rienda del negocio consolidándolo con gran éxito económico, mientras José Manuel siguió visitando Deba con regularidad prestándole una menor atención al citado negocio americano. En el año 1914 regresa a Deba acompañado de su esposa Rosario, pasando en Paris grandes apuros por la causa de la guerra con los alemanes, después en 1917 regresaron a Saint Louis. Rosario Ostolaza, era prima suya, hija de su tío Fidel, es quien funda el asilo de beneficiencia de San Roque de la fundación Miquelez en Deba.
José Manuel regresa con su esposa a Deba en 1918, siendo entonces un pequeño municipio con unos 3.900 habitantes. El matrimonio no tuvo descendencia porque duró muy poco, por la muerte prematura de Rosario en marzo de 1921, a la edad de 32 años.
La elevada fortuna de José Manuel contrasta con la precaria situación de los habitantes de la Villa. Le gustaba pescar y lo que conseguía del mar lo donaba al asilo-hospital, que entonces atendía a una docena de personas. Viajaba a menudo a Madrid, Bilbao y San Sebastian.
José Manuel viendo la necesidad de formación de los vecinos de Deba y con la idea de que se formasen y preparasen para la emigración, fue madurando la idea de crear en Deba una Escuela dedicada a tal menester, para lo cual encargó un proyecto al arquitecto Manuel Cardenas, realizando la obra del nuevo edificio la empresa Nueva Sociedad de Construcciones por 92.000 ptsy siendo terminada a finales de 1927.
Por aquella época José Manuel escribiría que “Conseguiré que los chicos de este pueblo se instruyan lo más ampliamente posible en todo aquello que les sea útil para el ejercicio del Comercio que, en concepto mío, es la carrera menos costosa y mas remunerativa de todas las que existen, sobre todo en América, país inmensamente rico y pródigo con los españoles, donde radica el único y verdadero porvenir nuestro”.
En el año 1928, como mecenas crea la Fundación EBEFO (Escuela Biblioteca Emigrante Fundación Ostolaza), para la formación de los futuros emigrantes, siendo todo un ejemplo para la época. Por entonces la localidad costera adolecía de centros de educación laica donde los jóvenes pudieran formarse para la vida laboral. Fueron dos promociones de alumnos los que finalizaron los estudios en el centro, 35 alumnos de 1928-32 y 31 de 1932-36, porque la guerra civil de 1936 truncó el proyecto de José Manuel Ostolaza y tuvo que marchar al exilio de Mexico el día 10 de agosto de 1936, a petición de su hermano menor ante la evidencia del peligro que corría su vida, desde Bilbao por mar hacia Bayona y después a Paris. José Manuel también pagó el billete a México de la bibliotecaria Pepita Arriola Aranberri.
“Comprendí el deseo de Paco de que saliera de aquel infierno y el 10 de agosto embarque en Bilbao para Francia, y en Bayona tuve una conferencia telefónica muy emocionante con Paco, quien, como yo, estaba satisfechísimo de que yo hubiera salido de España, en donde los franquistas seguramente me hubieran fusilado por mis ideas”.
Añorando el pueblo de Deba y a los niños de su escuela, a los cuales trató como “hijos adptivos”, siguió en el exilio y ya no volvería nunca mas a Deba, ayudando a diversos artistas de Mexico y América Latina, así como a la publicación de diversos libros.
José Manuel Ostolaza afirma que lo mismo él que su hermano nunca fueron excesivamente ambiciosos y recuerda que se retiró a los 42 años cuando tenía suficiente para vivir cómodamente y que “Es posible que haya pecado algo en esto, al querer convertirme en filántropo y hacer en Deba una escuela de Fundación para educar a niños gratuitamente y a sus expensas, pero bueno es aclarar que traté de hacer el bien al cien por ciento químicamente puro, sin esperar más recompensa que el premio que me otorgaba mi propia conciencia. Hacer el bien por el bien mismo”.
La actividad industrial y comercial de la empresa de los hermanos Ostolaza Zabala tuvo un gran éxito económico, adaptándose a las cambiantes circunstancias de cada época, así en 1920 la empresa comenzó a fabricar otro tipo de sombreros para las nuevas necesidades que se imponían en el mercado americano. El propio Francisco Ostolaza manifestaba en 1970: “Primero perdimos la venta de sombreros para las mulas, con el desarrollo de los tractores que sustituían a aquellas. La mecanización intensa del campo americano redujo el número de hombres dedicados a la agricultura. Los equipos de trilladores, compuestos, cada uno, de 30 hombres, tenían la costumbre, con la última cosecha de la temporada, de quitarse los sombreros de paja y arrojarlos a la máquina de enfardar lo que siempre creímos que era una excelente costumbre”. Hacia 1945 fabricaban algo más de 5.000 sombreros al día.
Los dos hermanos Ostolaza realizaron una importante labor altruista de mecenazgo educativo, cultural y asistencial que perduró incluso después de su muerte, con los fondos que con estas finalidades legaron con su testamento. El Ayuntamiento de Deba acordó nombrar la calle donde radica el edificio EBEFO con el nombre de Jose Manuel Ostolaza, el 23.10.1930.
José Manuel falleció en México el 23.10.1954 a la edad de 78 años y su hermano Francisco continuó con la Fundación Ostolaza al ser nombrado heredero legal.
Francisco Ostolaza, que fue aventajado estudiante en su época, con carácter retraído, perseverante y muy trabajador, fue un hombre con marcado sentido industrial y benefactor, recibió una extensa formación comercial, estuvo dos años en Inglaterra y otros dos mas en Francia, dominando bien los dos idiomas. Colaboró con su hermano José Manuel cuando en 1907 llega a México y después en USA, dirigiendo desde 1920 la «Mexican American Hat Company», primera fábrica de sombreros de paja de los Estados Unidos y adoptando la ciudadanía americana. Heredó todos los bienes de su hermano y continuó en la dirección de la empresa hasta 1966 y mientras tanto ayudó a mantener y aumentar las ayudas que José Manuel había dedicado para la Fundación Ostolaza de Deba (Gipuzkoa). Colaboró en 1959 con la cesión del edificio EBEFO para transformarlo en Escuela de Iniciación Profesional Industrial, promovida en Deba por su Patronato y ayudó para que la Biblioteca Pública fundada por su hermano se convirtiera en Biblioteca Municipal. El citado edificio estaba ocupado desde la Guerra Civil por el nuevo régimen franquista, en contra de la voluntad de sus propietarios. Contribuyó también, con una donación de unos 5 millones de pesetas, a la construcción del Colegio Nacional Mixto que llevó el nombre de Ostolaza desde 1970, hasta que fue cambiado posteriormente de nombre (1996) con un inexplicable olvido de su benefactor social.
En una carta que Francisco envío a un ex alumno a finales de diciembre de 1959, indicaba que “Como ya creo que le dije, pienso en mi testamento dejar al Patronato o a la Organización que se forme, el usufructo de ciertos capitales para fines de educación en general y otros objetivos que se consideren convenientes”.
Ambos hermanos se complementaban y Francisco siempre tuvo presente a su hermano mayor.
Francisco era un hombre de vasta cultura y fue condecorado con la Encomienda de Alfonso X El Sabio por el Ministerio de Educación y Ciencia del gobierno español, en el año 1970. La condecoración fué entregada por el entonces alcalde de Deba Joaquin Aperribay y por Patxi Aldabaldetrecu en nombre de Debako Kultur Elkartea, quienes viajaron a EE.UU. en septiembre de ese mismo año. Aldabaldetrecu había viajado a Chicago además para visitar la feria de Máquina Herramienta.
Falleció Francisco el 13 de enero de 1971 en Saint-Louis (Missouri), dejando dispuesto en el testamento que legaba a la asociación Debako Kultur Elkartea, creada en 1960, los rendimientos de un capital del orden de 100 millones de pesetas durante 20 años, esto es, unos 100.000 dólares anuales, cuya gestión del uso de dicho capital fue controlada durante los 20 años por un Consejo de Vigilancia formado por 5 personas de Deba, nombradas por el propio Francisco.
Las cenizas de Jose Manuel Ostolaza se trajeron a Deba y fueron depositadas en el cementerio municipal el día 20.09.1987, en la sepultura propiedad de la familia Ostolaza, adquirida por 300 reales de vellón y a perpetuidad por su antepasado Martin Feliz Ostolaza en 1857. La propiedad de la tumba pasó a ser propiedad de la asociación Debako Kultur Elkartea por lo dispuesto en el citado testamento.